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La noche del 31 de abril es una fecha bastante mágina para los adeptos al esoterismo y neopaganismo. En Alemania es la llamada noche de Walpurgis, y Hitler decidió quitarse la vida ese mismo día, que Adolfito fuera un fan de estos menesteres no era nada nuevo, pero justo le da por poner fin a su vida en la mágica noche de Beltane del mundo celta, en la que si mueres, al tercer día resucitas. Pues menos mal que son leyendas y no le dio por venir de nuevo al mundo. Con él estaban su amante Eva y un matrimonio de grillados del esoterismo con sus seis hijos, cuyos nombres empezaban por H y a los que no dudaron en sacrificar.
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